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Apuesta de futuro
La competitividad en el País Vasco ha experimentado una evolución constante en las últimas décadas. Las distintas coyunturas socioeconómicas que ha atravesado nuestro país han espoleado esa transformación adaptando el sistema productivo para progresar y resistir mejor las etapas de incertidumbre económica.
El Informe de competitividad del País Vasco 2013, el cuarto elaborado por el Instituto Vasco de Competitividad-Orkestra, destaca el gran potencial del tejido empresarial vasco y los sólidos pilares de su economía, pero también pone de manifiesto la necesidad de afrontarun cambio del sistema productivo, ya que es un rasgo esencial en la búsqueda del crecimiento económico.
La economía del País Vasco ha demostrado que es capaz de mantenerse firme en un período de recesión prolongado, con unos datos macroeconómicos superiores a la media europea y sin cambios significativos respecto a las regiones europeas de referencia, según el Instituto Vasco de Competitividad.
En este sentido, el País Vasco fue la región del Estado Español que registró el mayor nivel de PIB por habitante en 2013, un 34,5% superior a la media estatal, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
A su vez, se sitúa prácticamente a la cabeza de las comunidades más exportadoras del Estado. Así, en el primer semestre de 2014, las exportaciones en el País Vasco alcanzaron los 10.947 millones de euros frente a unas importaciones de 8.562 millones. Esto supone un incremento interanual del 5,4% y un 9,2% del total de las exportaciones estatales (teniendo en cuenta que su población es el 4,5% del conjunto del estado español). De este modo, el País Vasco se convierte en la segunda comunidad autónoma más exportadora y con un claro margen de crecimiento, según apunta un informe elaborado por el Ministerio de Economía y Competitividad.
Fuente: Gobierno Vasco
A pesar de que estos datos demuestran un firme progreso y una óptima posición del País Vasco en términos de competitividad empresarial, se apuesta por la necesidad de llevar a cabo una transformación productiva a fin de mejorar el bienestar de los ciudadanos y la creación de empleo.
Modelos
Ya en el primer informe del Instituto Vasco de Competitividad, publicado en 2007, se apelaba a iniciar una “fase de transición entre el modelo de eficacia a otro basado en la innovación”. El estudio de 2013, por su parte, hace hincapié en seis ‘Palancas de Competitividad’ que ayudarán en la transformación productiva y económica del País Vasco, tanto para superar problemas coyunturales como para garantizar un desarrollo económico sostenible a largo plazo:
1. Estrategias de especialización inteligente (RIS3) basadas en tecnologías facilitadoras (KET): Las grandes KET (Key Enabling Technologies) entorno a los cuales girará la estrategia vasca de especialización inteligente (RIS3) son la manufactura avanzada, la energía y el binomio biociencias-salud (biotecnología y nanotecnología) y las TIC. La comunidad autónoma está elaborando un Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación (PCTI 2015) para potenciarlas.
2. Infraestructuras de conocimiento e I+D: Según el informe del IVC-Orkestra, el País Vasco se mantiene entre el 20% de las regiones que más recursos dedican a la investigación. En este sentido, nuestro país dispone de una excelente red de centros tecnológicos (BERG y CIC) cuyos retos pasan por la apertura internacional y estrechar la colaboración entre ellos.
3. Innovación e Internacionalización: La exportación a mercados más diferenciados y la internacionalización son una apuesta segura para recuperar el mismo ritmo que antes de la recesión.
4. Servicios intensivos de conocimiento (KIBS-KISA): Compuestos por empresas de servicios (informática, diseño, ingeniería, asesoría-consultoría, etc.) que colaboran en la transformación productiva proporcionando a las empresas el conocimiento tecnológico que les aporte valor. En el País Vasco las KIBS suponen el 7% del total del empleo, muy superior al total que supone para el conjunto del Estado Español y la UE-15, lo que sugiere una relación positiva entre el nivel de desarrollo económico y el porcentaje de empleo en el sector de las KIBS.
5. Emprendimiento: Aunque en el País Vasco la mayor parte del empleo proviene de empresas consolidadas, se constata un creciente auge del emprendimiento con la creación de nuevas empresas de alto crecimiento (EAC), entendidas estas como empresas que crecen una tasa anual de más del 20% durante más de tres años consecutivos.
6. Energía: Es un sector estratégico para el País Vaco, por un lado por el incesante crecimiento en el consumo energético, y por otro por sus amplias perspectivas de demanda, productividad y nivel tecnológico. La estructura energética vasca se caracteriza por el impulso de infraestructuras de electrificación y gasificación, con la consiguiente flexibilidad de fuentes de suministro.
Así mismo, la Estrategia Energética del País Vasco (3E-2020) señala al sector energético con un objetivo prioritario de focalización de las estrategias RIS3 del País Vasco, debido a su gran capacidad de diversificación y especialización, cuyo desarrollo y cifras se concretan en la Estrategia Energibasque.
Por lo tanto, se puede decir que la competitividad incumbe a todo el tejido social y económico, entendiéndolo como algo transversal que afecta a empresas, centros de estudio e investigación. Además, la búsqueda de nuevos mercados, no desde la deslocalización para reducir costes laborales, sino desde la apertura y colaboración con empresas locales para encontrar negocios con alto nivel de crecimiento, se presenta como un objetivo clave.