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Algunos vascos a través de la historia
Cristóbal Balenciaga Eizaguirre (Getaria, País Vasco, 21 de enero de 1895 – Valencia, España, 23 de marzo de 1972), más conocido simplemente como Balenciaga, fue un prestigioso diseñador de moda vasco, considerado uno de los creadores más importantes de la alta costura de la historia, que desempeñó su trabajo principalmente en la ciudad de París durante más de tres décadas. Anteriormente tuvo una formación de sastre y diversas marcas propias. Contemporáneo de Coco Chanel y Christian Dior. Su obra ha sido objeto de numerosas exposiciones museísticas, empezando por una exposición antológica que le brindó el Museo Metropolitano de Nueva York en 1973 (The World of Balenciaga), que se exhibió durante siete meses con 180 modelos expuestos. Los trajes de Balenciaga se acompañaron de pinturas de Goya, Velázquez, El Greco, Zuloaga, Miró o Picasso en las cuales se habían inspirado los diseños del modisto vasco. Fue la primera vez que un museo de arte de la categoría del Museo Metropolitano de Nueva York ascendía vestidos a la categoría de obras de arte. En España se celebró también una exposición homónima, El Mundo de Balenciaga, que se instaló en las salas nobles del Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales de Madrid.
En su localidad natal, Getaria, se estableció una fundación con el objetivo de crear un museo dedicado a su figura y el 10 de junio de 2011 se inauguró el Museo Balenciaga. El museo cuenta con unas 1.200 piezas, aunque sólo una parte se muestra simultáneamente. Las obras están expuestas sobre maniquíes invisibles.
El Museu Textil i d’Indumentària del Disseny Hub en Barcelona, por su parte, tiene una extensa colección de vestidos y complementos (especialmente sombreros) de Balenciaga. El Museo del Traje de Madrid también tiene una colección de moda que incluye vestidos de Balenciaga.
Ava Gardner, Elizabeth Taylor, Maria Félix, Conchita Montenegro, Grace Kelly o Marlene Dietrich es solo el inicio de una larga lista de actrices que vistieron sus creaciones delante y detrás de las cámaras y que el modisto engrandeció, en unos años en los que Hollywood mimaba a sus estrellas.
En una época como aquella no era de extrañar que los mejores directores de Hollywood no dudaran en llamar a los grandes diseñadores para crear sus vestuarios y entre ellos estaba, sin duda, Balenciaga. (1895-1972), quien mantuvo una duradera y hasta ahora poco conocida relación con el cine, y que el Museo Cristobal Balenciaga de Getaria (País Vasco) estudió y recuperó con la exposición “Un sueño de Balenciaga, el cine” , en la que, a través de un centenar de fotografías, se repasa una veintena de películas de factura internacional con vestuario firmado por el modisto.
