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Señas de identidad
Durante cientos de años, en todos los territorios vascos por tradición, se han venido practicando una serie de modalidades deportivas, cuyo origen reside en el medio rural, y que hoy son conocidas bajo la denominación de deportes vascos o juegos rurales vascos. El germende todos ellos como deporte o juego, son retos y apuestas.
Este deporte es uno de los más arraigados y antiguos en el País Vasco. A lo largo de los siglos ha ido evolucionando, mejorando sus reglas e instalaciones, hasta convertirse en el más universal de todos, con una Federación Mundial de Pelota Vasca. A ello contribuyó la emigración de muchos vascos que llevaron con ellos sus tradiciones y costumbres, incluida la pelota.
El juego ha llegado a tener muchas variantes, que se catalogan según el recinto en que se juegan y los utensilios con los que se practica. Se puede jugar en frontones de una sola pared frontal, o en frontones con pared frontal y pared lateral izquierda. Estos pueden ser cortos, de hasta 35 metros de largo, medianos hasta 45 metros, o largos, hasta 60 metros.
Para golpear la pelota se puede utilizar la mano, la pala, el guante de cuero, el sare o la cesta. Las dos modalidades más populares y espectaculares son la pelota mano y la cesta punta o Jai Alai(fiesta alegre en el idioma Vasco, el Euskera). La primera modalidad es considerada como el juego de pelota vasca por antonomasia y la segunda es la más internacional de todas, jugada a lo largo de todo el mundo. La cesta punta o Jai Alai es el deporte a nivel mundial en el que la pelota alcanza la mayor velocidad en el juego, más de 300 km/h. Es un deporte especialmente duro porque la pelota de cuero se golpea con la mano abierta. Se puede jugar en tres modalidades: plaza libre, trinquete y frontón corto; de forma individual o por parejas. La pelota vasca cuenta con un circuito profesional, gran cantidad de aficionados y una amplia repercusión mediática.
Aizkora
Las competiciones de aizkolaris (cortadores de troncos en Euskera), es una de las modalidades más conocidas de los deportes vascos. El origen de las pruebas de aizkolaris está en el trabajo cotidiano en los bosques de los carboneros, que utilizaban la madera para transformarla en carbón vegetal, y los leñadores, que cortaban madera como material de construcción, y en las apuestas que cruzaban para ver quién derribaba antes un tronco.
En la aizkora, o corte de troncos con hacha, existen dos variantes. La más habitual consiste en cortar lo más rápido posible un número concreto de troncos, colocados generalmente en posición horizontal, sobre unos soportes de madera con travesaños. El otro tipo de pruebas mide la cantidad de golpes empleados, en cuyo caso hay que cortar el tronco en el menor número de hachazos posible.
Harrijasotze
En este tipo de competición, dos atletas harrijasotzaile, (levantador de piedra en Euskera) compiten por levantar un número superior de veces piedras de diferentes formas, dimensiones y pesos determinados. Los enfrentamientos se realizan uno después del otro, nunca simultáneamente.
Otra modalidad es la competición en retos individuales. Según el tipo de reto, puede ser a levantar una piedra el mayor número de veces, o levantar una piedra con el mayor peso posible. Los grandes harrijasotzailes levantan piedras de más de 300 kilos.
De su origen poco se sabe. Seguramente el levantamiento de las rocas de las montañas o de los ríos ofreció a los vascos la oportunidad de medir sus fuerzas. En general, las competiciones se realizan en las romerías de los pueblos cuando los jóvenes competían para saber quién era el más fuerte.
Con el paso del tiempo, este desafío dio paso a campeonatos oficiales y en la actualidad a exhibiciones en fiestas o ferias. Ya entrado el siglo XX las piedras adoptaron las cuatro formas geométricas que se siguen utilizando hoy en día: el cilindro, el cubo, la esfera y el rectángulo. La forma cilíndrica se utiliza para pesos entre 100 y 125 kilos; las piedras cúbica y rectangular entre los 125 y 325 kilos. Y la piedra esférica suele tener entre 112 y 125 kilos.
En la sokatira, dos equipos aferrados a una cuerda, pretenden arrastrar al contrario hasta su territorio. Están compuestos por ocho miembros y un botillero que dirige el esfuerzo de los suyos.
Cada equipo debe tirar de la soga, con ambas manos, dentro de su calle, generalmente de dos metros de ancho, descalificándose a quien salga de ella. La zona de arrastre es de dos metros cincuenta, estando señalizada en el suelo y en la soga, habitualmente con una cinta roja anudada en el centro exacto de la cuerda.
Los desafíos suelen hacerse a dos tiradas, cambiando los equipos de lado. Con ello se procura igualar las posibilidades, evitando ventajas surgidas por irregularidades del terreno, inclinación… En caso de empate se tiene en cuenta el menor tiempo empleado en arrastrar al equipo contrario.
Remo – Regatas de traineras
En esta ocasión, el deporte nace de la actividad pesquera. Los pescadores pugnaban por llegar los primeros al puerto para vender a mejor precio su pesca. También se competía por conseguir el trabajo y el mejor salario que se cobraba remolcar a los grandes veleros al interior de los puertos difíciles.
Las embarcaciones han ido evolucionando con los años. En un principio para las regatas se utilizaban las mismas traineras de madera que se usaban en la pesca, pero hoy en día, es una embarcación deportiva de remo, de banco fijo, con una estricta reglamentación en cuanto a peso y dimensiones.
La tripulación está compuesta por 13 remeros más un patrónque, de pie en la popa y mirando a proa, dirige la embarcación con el timón.
Las regatas de traineras más famosas son las de la Concha de San Sebastián, organizadas los dos primeros domingos de septiembre, desde 1879. Y la primera competición de la que se tiene constancia es la que enfrentó a dos pueblos de Bizkaia, Mundaka y Bermeo, por la propiedad de la cercana isla de Izaro, que terminó siendo para Bermeo.
Existe una liga profesional de regatas de traineras, que se desarrolla durante los meses de julio, agosto y septiembre.