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Señas de identidad
En el País Vasco hay cuatro lugares distinguidos como Patrimonio de la Humanidad: el Puente Colgante de Bizkaia y las cuevas rupestres de Altxerri, Ekain y Santimamiñe. El quinto de los lugares vascos que han sido reconocidos por la UNESCO es el estuario de Urdaibai, aunque en este caso no como Patrimonio de la Humanidad, sino como Reserva de la Biosfera, declarado en 1984.
La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), lleva desde 1972 velando por la protección y la preservación del patrimonio cultural y natural del mundo. Desde ese año, se lleva celebrando la Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural, en el que si un lugar o monumento es considerado especialmente valioso para la humanidad, se le otorga el título de patrimonio de la humanidad.
Un sitio o lugar con un valor universal excepcional, al recibir el nombramiento de patrimonio mundial, pasa a convertirse en un legado protegido, que hemos recibido del pasado y que debemos conservar y salvaguardar para las generaciones venideras.
Para dicha tarea la UNESCO está asesorada por distintos organismos independientes como el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y el Centro Internacional para el Estudio de la Preservación y Restauración de los Bienes Culturales (ICCROM).
El geoparque de la costa vasca entra en la red Unesco con otros diez
Deba, Mutriku y Zumaia están de enhorabuena. El geoparque de la costa vasca ya pertenece a la red de la Unesco. Así lo ratificó por unanimidad su asamblea general, reunida en París en noviembre del 2015 con motivo de su 38ª Conferencia General, donde se dio luz verde a la creación de un Programa Internacional de Ciencias de la Tierra y Geoparques, en el que se enmarcarán los 120 geoparques actuales, entre ellos el vasco, además de otros diez del Estado español.
El Puente Colgante
El Puente de Bizkaia, atraviesa la Ría del Nervión, uniendo las localidades vizcaínas de Portugalete y Getxo. Es el puente transbordador más antiguo del mundo y sigue funcionando a diario. Seis millones de pasajeros utilizan el puente colgante cada año para cruzar la ría.
Fue inaugurado en 1893 y es obra del arquitecto Alberto de Palacio. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en julio de 2006, fue el primer Bien Histórico Industrial declarado en el Estado Español y el primer bien cultural o natural que alcanzaba este reconocimiento en la comunidad autónoma. Está considerado como una de las construcciones de arquitectura metálica más representativas de la Revolución industrial y fue nombrado patrimonio universal por tratarse de “una excepcional expresión de creatividad técnica, en la que se combinan perfectamente su funcionalidad y su belleza estética”.
La Reserva de la Biosfera de Urdaibai
Localizada en la comarca de Busturialdea, Urdaibai es una joya natural situada en el corazón de Bizkaia. Uno de los humedales más importantes de Europa, que alberga una extraordinaria diversidad y riqueza paisajística y ecológica.
22.000 hectáreas se abren alrededor de la Ría de Gernika para crear un espacio natural único, que contiene un valioso tesoro biológico, en el que se dan cita numerosos ecosistemas y se agrupan comunidades particulares de fauna y vegetación con especies muy relevantes. Desde los acantilados y playas de la costa, hasta los bosques y ríos del interior, pasando por las marismas y vegas fluviales, sin olvidar los numerosos yacimientos arqueológicos y vestigios históricos que posee.
Tras más de 20 años de ser declarada Reserva de la Biosfera, sigue velando por el objetivo prioritario de la conservación de los sistemas naturales y de la diversidad biológica, así como del uso racional de sus recursos.
Cueva de Santimamiñe
La cueva de Santimamiñe, situada en un paraje incomparable, en la margen oriental de la cuenca del Urdaibai (Bizkaia), en la ladera Sur del monte Ereñozar, ha sido lugar de referencia durante gran parte del siglo pasado. Durante nueve décadas, sucesivas generaciones de vizcaínos han podido recorrer sus galerías y contemplar sus pinturas y grabados rupestres, si bien en la actualidad, la cueva, al igual que las anteriores, se encuentra cerrada al público desde 2006, debido al programa de protección y conservación de las pinturas.
Sin embargo, se puede realizar un recorrido guiado de una hora y media de duración, en el que se accede a través de la entrada de la gruta, al vestíbulo, donde se contempla la excavación arqueológica que se está realizando. La cueva conserva restos de sentamientos humanos de hace más de 14.000 años y es el yacimiento arqueológico más importante de Bizkaia. Las salas de las pinturas rupestres no se pueden visitar.
Tras la visita, en la ermita de San Mamés, convertida en centro de interpretación, se puede conocer el interior de la cueva, gracias a una sofisticada visita virtual en 3D, que incluye las célebres pinturas rupestres, descubiertas en 1916, por la curiosidad de unos muchachos.
Dichas pinturas, casi medio centenar, pintadas al carbón y/o incisas,datan del periodo Magdaleniense del Paleolítico Superior (13.000 a.C.) y en ellas aparecen representados diferentes animales: treinta y dos bisontes, siete cabras, seis caballos, un oso pardo, un ciervo y restos incompletos de otras figuras.
La cueva posee además, una gran belleza geológica, con un gran número de formaciones de estalagmitas y estalactitas, que en ocasiones se unen completando magníficas columnas.
Fotografías: www.santimamiñe.com
Cueva de Altxerri
Situada al pie de la ladera oriental del monte Beobategaña, en Aia (Gipuzkoa), la cueva de Altxerri contiene grabados y pinturas rupestres de la época Magdaleniense, del periodo comprendido entre el 13.000 a.C. y el 12.000 a.C.
La cueva alberga grabados y pinturas de una gran variedad de especies animales. Los primeros se conservan bien, pero las pinturas están muy deterioradas por la humedad. Por esta razón, y porque el trazado de la cueva hace difícil su recorrido, la cueva siempre ha permanecido cerrada al público, lo que la ha convertido en la menos conocida de las tres cuevas de Euskadi.
Las pinturas de la cueva fueron descubiertas por tres estudiantes quienes, el 28 de octubre de 1962, cuando preparaban el descenso a una sima que en 1956 quedó abierta por una voladura en una cantera, observaron unos trazos negros en la pared cercana a la sima, que formaban la figura de un bisonte. A partir de aquí descubrieron otros grupos de figuras en otros lugares de la cueva.
Las figuras que aparecen representadas son distintos tipos de animales: algunas comunes a todos los santuarios como el caballo, el bisonte, la cabra, otras poco frecuentes (serpiente) y otras desconocidas en las demás cuevas del País Vasco como el reno, el antílope saiga, el glotón y la liebre ártica. También es desconocida la figura del antropomorfo.
En esta cueva se encuentra una de las pinturas rupestres más grandes de Europa, un enorme bisonte, dibujado en rojo a lo largo de 5 metros, que es a su vez una de las pocas figuras en color de esta cueva, en la que el negro predomina en la mayoría de sus obras.
Cueva de Ekain
En el valle de Sastarrain de Zestoa (Gipuzkoa), en el entorno que conoció el ser humano de hace 13.000 años, se halla uno de los santuarios prehistóricos más importantes de Europa. Fue descubierta en 1969 y contiene 70 figuras rupestres: 64 de ellas están pintadas y 6 son grabadas. La primera figura, una gran cabeza de caballo, se encuentra a unos 50 metros de la entrada de la cueva y las últimas figuras a más de 150 metros.
Ekain alberga uno de los conjuntos de caballos más bellos del arte parietal franco-cántabro. Parece de factura unitaria, por el cuidado tuvieron en no superponer unas figuras sobre otras, a diferencia de lo que ocurre en otros muchos paneles de arte paleolítico.
Además de caballos, también aparecen representados otros animales como salmones, bisontes, osos, ciervos y cabras. En cuanto a los colores, predominan el ocre y el negro.
La Sociedad de Ciencias Aranzadi, veladora desde su fundación en 1947 del Patrimonio Prehistórico de Gipuzkoa, ha defendido con dificultad la conservación de este Bien Patrimonial tan extraordinario. Desde entonces ha guardado con celo este magnífico lugar y por ello, la cueva está tal como fue descubierta y tal como lo ha estado durante muchos siglos atrás.
Por ello, la cueva no es visitable, para compensarlo se ha construido Ekainberri, una réplica de la cueva, situada a 600 metros del casco urbano de Zestoa, a escasa distancia de la cueva original. Gracias a esta réplica, que ha sido visitada por 170.000 personas durante los cinco años que lleva abierta, podemos descubrir, conocer y sentir este legado artístico paleolítico vasco, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO el 13 de agosto de 2008.